El Gobierno andorrano intentó ayer transmitir a los mercados que el principado ha cambiado gracias a la reforma financiera y de su fiscalidad. El jefe del Ejecutivo, Jaume Bartumeu, participó en una conferencia en la Bolsa de Barcelona donde se mostró optimista sobre el futuro de la banca andorrana pese a que el levantamiento parcial del secreto bancario pueda provocar una fuerte salida de divisas.
En los dos primeros meses del año, la Guardia Civil ha aprehendido más dinero negro que pasaba por la frontera que en todo 2009. “Es gente que viene a buscar el dinero porque probablemente tiene problemas aquí (en España) y quiere solucionarlos”, precisaba ayer Bartumeu.
El convenio firmado entre Andorra y España permite a la Agencia Tributaria solicitar información sobre las cuentas de ciudadanos que se sospecha pudieran evadir capitales. “Los intercambios de información no son automáticos, sino bajo demanda”, puntualizó Bartumeu. El jefe del Gobierno añadió que sólo deben estar preocupados aquellos ciudadanos que tengan un expediente ouna investigación abierta, puesto que no se prevé la entrega de las denominadas “expediciones de pesca”. Por lo tanto, Andorra no facilitará listas de clientes a las autoridades españolas.
Aun así, existe cierta preocupación en la banca del país sobre las posibles retiradas de efectivo. En este sentido, Bartumeu reconoció que la reforma “llega en el peor momento pero trabajaremos para reforzar la posibilidad de hacer banca en el sentido más tradicional de la palabra”. El jefe del Gobierno añadió que la reforma permitirá a los bancos andorranos extenderse en España y otros países. La Banca Privada d´Andorra (BPA) está ultimando la compra de Banco Madrid a la Kutxa. “Lo que queremos es que la banca andorrana pueda trabajar de Andorra hacia el exterior”.
El Gobierno del país de los Pirineos también cree que se puede hacer el camino inverso y que entidades extranjeras entren en Andorra. En este sentido, Bartumeu recordó que el BBVA y La Caixa estuvieron en el país y que actualmente sólo está el Banc Sabadell con un 50% de una entidad.
En cuanto a la reforma estricta, el político destacó que trabajan con la idea de implantar un impuesto sobre los beneficios que estaría en torno al 10%, lo que lo situaría en la banda baja de los países desarrollados. También contempla la puesta en marcha de otro impuesto en este caso indirecto similar al del IVA. Esa tasa estaría entre el 4,5% y el 5%. “Todo se hace con la voluntad explícita de avanzar hacia un acuerdo de asociación con la Unión Europea”, indicó Bartumeu. Con la implantación de impuestos, los profesionales del pequeño país podrían trabajar en el exterior ya que quedaría regulada la problemática de la doble imposición, es decir, del pago de los mismos impuestos en dos estados distintos.
Sobre el blanqueo de capitales, Bartumeu explicó que siempre han actuado para evitar que se cometieran esos delitos.